Desde tiempos inmemorables el chocolate ha sido un producto que la naturaleza nos obsequió para el deleite de los sentidos.... (no sólo del gusto), y es que gracias a esta Esterculiácea, fue posible la fusión cultural entre dos mundos. No se conocen con certeza los orígenes del árbol de cacao (Theobroma cacao). Algunas teorías proponen que su diseminación empezó en las tierras tropicales de América del Sur, de la cuenca del río Orinoco o el río Amazonas, extendiéndose poco a poco hasta llegar al sureste de Méjico. Otras plantean que ocurrió lo opuesto: se extendió desde el sureste de México hasta la cuenca del río Amazonas.
Lo que se tiene como un hecho tangible, es que las primeras evidencias de su uso humano se encuentran en territorio mejicano, que hace mucho tiempo fue ocupado por culturas pre-hispánicas. Lo cierto es que fueron los Nahuatl los que desarrollaron toda una cultura por el "xocolatl" del que se asegura ya era consumido 1000 años antes del descubrimiento de América por parte de los europeos. En los primeros tiempos el consumo parece haber sido en forma de una especie de «cerveza»; es decir, una bebida basada en la fermentación más que de los granos del cacao de la pulpa del mismo. Tal «cerveza de chocolate», cuyos restos se hallan en las vasijas cerámicas de Puerto Escondido, tendría una importante función ritual y muy probablemente se utilizaba en las celebraciones de matrimonios. Bastante posteriormente, los olmecas, mayas y mexicas, principalmente, comenzaron a consumir el chocolate derivado de la pasta de los granos aliñada o aderezada con chile. En forma semi líquida y líquida, el chocolate solía ser bebida preferida de las realezas, que lo consumían en vasos especiales (jícaras). Igualmente era considerado (con razón) un alimento tonificante o energizante, que se podía consumir mezclado en una masa de harina de maíz mezclada con chiles y miel.
De acuerdo a la mitología Maya, Kukulkán le dio el cacao a los mayas después de la creación de la humanidad, hecha de maíz (Ixim) por la diosa Xmucané. Los mayas celebraban un festival anual en abril, para honrar al dios del cacao, Ek Chuah, un evento que incluía sacrificios de perros y otros animales con marcas pintadas de chocolate, ofrendas de cacao, plumas, incienso e intercambio de regalos. Siglos después de los mayas, los mexicas (aztecas) continuaron el gusto por el chocolha maya. Se sabe que el emperador Moctezuma gustaba de beber una taza de éste diluido en agua. Una leyenda dice en México que el mismo dios Quetzalcóatl (casi equivalente al Kukulkán maya) en tiempos ancestrales dio a los hombres en sus manos las primeras semillas de cacao. Era un alimento muy común entre los mexicas y mayas. Su preparación se efectuaba de la siguiente manera: las semillas eran primero tostadas y luego trituradas para hacer una pasta que después se mezclaba con agua. Esta mezcla se calentaba hasta que la manteca o grasa del cacao subía a la superficie. Se le quitaba la espuma y luego se volvía a mezclar -según ciertas proporciones- con la bebida; finalmente se batía enérgicamente para formar un líquido con una espuma consistente que se bebía frío. A esta preparación de base se le añadían -según el gusto- diferentes ingredientes, como chile, achiote, vainilla y miel como endulzante y harina de maíz como emulsionante básico para absorber la manteca de cacao. El resultado era una bebida sumamente energética pero también muy amarga y picante. En la región de Mesoamerica en México, las semillas de cacao eran tan apreciadas por los aztecas que eran usadas como moneda corriente para el comercio de la época. El cacao tambien era utilizado como moneda en las culturas prehispanicas ya que era uno de los productos que se utilizanban para pagar el tributo al "tlatohani".
En épocas modernas al imponerse las costumbres occidentales, se ha encontrado que el chocolate es un producto de alta aceptación y consumo, tanto, que hay muchas presentaciones, helados, tortas, en galletas, bebidas de preparación rápida, y como es apenas natural en chocolatinas. Hay paises que destacan en su producción; Suiza para poner un ejemplo, tiene mas de 100 marcas de esta golosina, siendo la empresa Nestlé, la que más se ha destacado a nivel mundial, al nivel que su patrimonio asciende a muchos millones de euros, mucho más que la economía de algunos paises tercermundistas.
Esta pequeña historia es solamente el abrebocas para la gran colección gráfica de envolturas de chocolatinas, organizada por países y periodos de producción, que encontré en una de mis navegadas en la red, ya que siempre me ha intrigado la manera de cómo se maneja el empaque es este tipo de productos, que traen a la memoria una inolvidable época de la infancia en donde casi todo niño es un goloso empedernido. La versatil colección que tenemos la oportunidad de ver, tiene un componente estético y formal de cada país representado en las muestras recogidas. No es una muestra de buen o mal diseño, sino del diseño aplicado a cada uno de estos mercados, pero lo más importante, una verdadera delicia visual y casi aromática de lo que es el diseño a través de las culturas para algo tan evocador como este subproducto del chocolate.
Ver colección completa de envolturas en este sitio:
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